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0 El verde impecable del «Campo de golf Parador del Saler» contrasta con la escena de caos y desolación que le valió el premio. Visitamos a Felix Cortés, ganador del concurso de fotografía «Nuevas Dimensiones» de noviembre, de 2024.
Nos encontramos con Felix, en su verdadera oficina: un paraíso natural donde cambia el objetivo de la cámara por los palos de golf.
El sol de la mañana se filtra entre los pinos, dibujando largas sombras sobre el césped perfectamente cortado. No estamos en una galería de arte ni en un estudio fotográfico. Estamos en el espectacular campo de golf Parador del Saler, para entregar a Felix Cortés el premio por su sobrecogedora fotografía, «Con la naturaleza no se juega». Para Felix, este lugar no es solo un hobby, es su lugar de trabajo, un despacho al aire libre que hoy se convierte en el escenario de nuestro encuentro.
Su imagen, que capturó la atención del jurado de Espacio Soler, nos recordaba la fuerza incontrolable de la naturaleza. Tomada tras el paso de la DANA que azotó la costa valenciana, la fotografía muestra un balón de fútbol viejo y oxidado, varado en una playa entre los restos y ramas arrastrados por la riada. Es una composición sencilla pero de un simbolismo arrollador. «Ese balón abandonado parecía contener todas las historias rotas por la tormenta, los juegos interrumpidos, las pérdidas materiales y emocionales de tantas familias», comentaba Felix en esas interminables charlas con una pareja de alumnos y amigos (Juan Y Javier) mientras caminan por la hierba en sus habituales quedadas .
La DANA dejó una huella imborrable, y la obra de Félix sirve como un potente recordatorio visual de esa herida. La imagen encapsula la vulnerabilidad humana frente a un temporal que arrasó con todo a su paso, dejando un rastro de pérdidas y una profunda reflexión sobre nuestro entorno.
Una obra que nos obliga a mirar, a pensar y a sentir. Cada fotografía recibida es una ventana a una nueva dimensión.
Fue ayer mismo cuando pudimos hacerle entrega de su merecido premio. Costó que las agendas coincidieran, pero se suele decir que cuando la dicha es buena, cualquier momento es bueno.
Con el murmullo del mar de fondo, es imposible no notar la ironía. El mismo hombre que capturó la furia de la naturaleza pasa sus días en uno de los entornos más cuidados y serenos de Valencia. «Y ese mar azul al que llama con cariño su pecera», «El campo de golf es naturaleza domesticada, controlada por el hombre. La foto, en cambio, es la naturaleza en su estado más puro y salvaje, recordándonos quién manda realmente».
Ha sido todo un placer tener a Felix como anfitrión; su charla es tan enriquecedora como su hospitalidad. ¡Hasta la próxima, y que la luz siempre esté de tu lado!
A continuación, compartimos un enlace con información del concurso.
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